Hace 2 h 8 min
A medida que los disturbios se iban extendiendo esta semana por Inglaterra, también lo hacía la desinformación, especialmente en redes sociales como Twitter.
Pero, ¿cuán dañinos fueron los falsos rumores en medio del caos que se vivía en las calles de ciudades como Londres o Manchester?Desde que estalló la violencia el pasado sábado en el barrio londinense de Tottenham los rumores sobre sus causas no dejaron de multiplicarse.
Sabemos que al principio se llevó a cabo una protesta pacífica por la muerte de un joven por disparos de la policía, pero los motivos de los violentos disturbios que siguieron a esa manifestación todavía no están claros.
Testigos dijeron que una chica había sido tirada al suelo por la policía después de que lanzara una piedra a las fuerzas de seguridad, una información que las autoridades aseguran estar investigando.
Pero fuera o no atacada esa joven, el rumor se extendió rápidamente entre la multitud y poco después a través de teléfonos celulares y por internet al resto de Reino Unido y más allá.
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La rapidez con la que sucedió todo esto es un reflejo de la sociedad cada vez más interconectada en la que vivimos.
Mientras los disturbios se multiplicaban en otras partes de Londres y de Inglaterra, información inexacta y, en ocasiones, incendiaria empezó a circular por las redes sociales.
En algún momento se llegó a decir que un grupo de 200 "nacionalistas" merodeaba por las calles de Lewisham, en el sur de la capital británica.
En el distrito financiero de Canary Wharf corrieron falsos rumores de que el área estaba en "alerta ámbar" y que el centro comercial Gunwharf Quays, de Portsmouth, en el sur de Inglaterra, estaba en llamas.
En muchos otros lugares, las tiendas cerraron sus puertas antes de tiempo entre falsos rumores de saqueos.
Críticas a los usuarios
En tiempos de incertidumbre, es habitual que los rumores se extiendan por las comunidades.
Pero en un mundo en el que las redes sociales cada vez tienen más importancia, un susurro puede adquirir proporciones enormes y dañinas independientemente de su veracidad.
"El problema con las redes sociales e internet es la rapidez con la que se extiende la información", asegura la psicóloga social Aleks Krotoski.
"La desinformación siempre ha estado ahí fuera, pero históricamente ha habido 'guardianes' que se encargaban de confirmar los hechos de manera externa", señala la experta.
Según Krotoski, aunque es cierto que en internet también existen esos 'guardianes' -como los editores de medios- los falsos rumores son demasiado omnipresentes y se extienden demasiado rápido como para que estos puedan ser efectivos.
Hadley Beeman, quien se encarga del diseño de tecnología para redes sociales, asegura que la gente que ha estado utilizando Twitter durante los disturbios en Inglaterra no han estado filtrando la información de manera cuidadosa.
"La mayoría de usuarios de Twitter están habituados a la idea de que deben tomar con cuidado lo que están leyendo".
"Es responsabilidad de los lectores filtrar lo que leen, de la misma manera que cuando uno oye una conversación no cree que todo lo que se dice es la verdad absoluta".
Falta de contexto
"Twitter se debe tomar como un punto de partida para investigar. A partir de ahí se han de hacer más preguntas y proceder con cautela, especialmente durante episodios como los disturbios (en Inglaterra)"
Hadley Beeman, diseñadora de tecnología para redes sociales
La experta asegura que Twitter es útil para poner en contacto a gente con afinidades, pero señala que la falta de contexto en los comentarios hace que la gente los interprete a su manera.
"Twitter se debe tomar como un punto de partida para investigar. A partir de ahí se han de hacer más preguntas y proceder con cautela, especialmente durante episodios como los disturbios (en Inglaterra)".
El consultor de redes sociales Matt Rhodes está de acuerdo.
"Existe el peligro de pensar que algo es cierto tan sólo porque está en Twitter", señala.
Según Rhodes, la gente está empezando a crear sus propias comunidades de personas en las que pueden confiar para recibir información.
La policía de Hampshire le aseguró a la BBC que han estado trabajando sin descanso para desmentir "rumores y mitos" que se estaban extendiendo a través de mensajes en Twitter desde inicios de semana.
Las propias fuerzas de seguridad utilizaron esta red social para tranquilizar a la población.
Según un portavoz, el número de seguidores de la cuenta de Twitter de la policía de Hampshire aumentó de 3.000 a 13.000 en tan solo 3 días.
En Facebook, los seguidores se incrementaron de 2.000 a 8.000 en el mismo periodo.
Investigación
Según la policía, este tipo de twetts han sido guardados y a sus autores se les ha enviado un mensaje que reza: "Es una ofensa cometer o animar a cometer disturbios. Su mensaje ha sido referido para una posible investigación criminal".
La policía de las localidades de Hampshire y de Gwent ya ha arrestado a personas por su supuesto mal uso se las redes sociales para incitar a que se cometan delitos.
"Las redes sociales y otros métodos han sido utilizados para organizar… (actos de) avaricia y criminalidad", aseguró un alto funcionario de Scotland Yard.
El pasado jueves, el primer ministro británico, David Cameron, trató este asunto en el Parlamento y ordenó que se revise el papel que jugaron las redes sociales en los disturbios de esta semana.
Mientras, los propios usuarios de Twitter, enfadados por la manera en la que se ha utilizado la red social, han empezado a recopilar informaciones falsas relacionadas con los disturbios que se han propagado en los últimos días.
FUNTE:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/08/110813_reino_unido_violencia_disturbios_saqueos_falsos_rumores_jg.shtml
Lo cierto es que si bien las redes sociales resultan ser de ayuda en desastres y como medio rápido de comunicarnos también es fuente de rumores falsos que la gente cree simplemente porque aparecieron en Twitter u otras redes.Aunque más tarde desmientan el falso rumor este ya hizo daño o creó cáos .
ResponderEliminarPienso que deberían prohibir convocatorias a reuniones públicas que puedan derivar en violencia .