El doctor Daniel Buysse, psiquiatra de la universidad, ya había demostrado en estudios previos que las personas con insomnio tienden a tener mayor actividad normal en los lóbulos frontales del cerebro, las regiones responsables de las funciones de orden superior, como la planificación, organización y razonamiento lógico.
Muchos insomnes dicen que no pueden conciliar el sueño porque sus cerebros siguen trabajando, y no pueden cerrar los procesos de pensamiento.
El investigador se preguntó si dicha actividad elevaba la temperatura del cerebro hasta el punto en el que dormir era fisiológicamente más difícil y en sus estudios encontró que el reloj circadiano del organismo (el que regula el sueño y la vigilia), mantiene el cuerpo más cálido durante el día y empieza a bajar la temperatura del cuerpo en la noche lo que ayuda a dormir.
Sin embargo, en el caso de quienes sufren insomnio, los investigadores encontraron que la actividad cerebral extra mantenía el cerebro demasiado caliente para dormir.
Cuando el grupo de Buysse dio a 12 insomnes una gorra con agua, los participantes fueron capaces de conseguir el sueño fácilmente como las personas que no padecen trastornos del sueño.
Con el uso de la gorra, los insomnes tardaron unos 13 minutos en dormirse, frente a los 16 minutos que tarda una persona normal.
El enfriamiento del cerebro tiene sentido, ya que la melatonina, uno de los medicamentos más eficaces para ayudar a dormir, trabaja también en parte por la reducción de la temperatura corporal.
Los investigadores consideran que más estudios tendrán que confirmar los resultados, sin embargo, el enfriamiento del cerebro para conseguir el sueño podría ser una opción para quienes no desean tomar medicamentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por dejar tu opinión! Por favor procura que tus comentarios estén dentro tema, que no sean promocionales (spam), ilegales u ofensivos, de otro modo, serán borrados.